Conducir bajo una intensa lluvia puede ser desafiante, estresante y peligroso, así que, sigue estos consejos:

Reduce la velocidad al volante

Cuando las condiciones meteorológicas son adversas, como en una fuerte tormenta, es fundamental reducir la velocidad. Esta medida, recogida en la normativa de tráfico, te ayuda a mantener el control del vehículo y mejorar tu capacidad de reacción frente a imprevistos en la carretera, como charcos profundos o frenadas bruscas de otros vehículos. Reducir la velocidad también disminuye el riesgo de aquaplaning, donde los neumáticos pierden contacto con la calzada por la acumulación de agua.

Mantén la distancia de seguridad

En condiciones de lluvia, aumentar la distancia de seguridad entre vehículos es esencial. Si el coche de delante frena de repente, necesitarás más tiempo para reaccionar y frenar adecuadamente, evitando colisiones. Mantener una buena distancia te da margen para adaptarte a cualquier situación inesperada.

Inspecciona el estado y la presión de los neumáticos

Es vital asegurarse de que los neumáticos tienen una profundidad mínima de 1,6 mm en la banda de rodadura, como exige la ley. Esto garantiza una tracción adecuada y mayor estabilidad en carreteras mojadas. Conducir con neumáticos desgastados no solo es peligroso, sino que puede resultar en multas de hasta 200 euros o incluso la inmovilización del vehículo. En caso de accidente, podrías ser considerado responsable por negligencia si se determina que el mal estado de los neumáticos fue un factor.

Utiliza las luces adecuadas

Es crucial que utilices las luces cortas o de cruce para que otros conductores te vean con claridad. En situaciones de lluvia intensa, niebla o nieve que dificulte la visibilidad, también puedes emplear las luces antiniebla. Una correcta iluminación reduce significativamente el riesgo de accidentes.

Otros consejos importantes

  • Desempaña las lunas: Usa el aire acondicionado para eliminar la humedad y luego ajusta la calefacción para evitar que el parabrisas se empañe.
  • Evita movimientos bruscos: Maneja el volante de forma suave y evita frenar o acelerar bruscamente.
  • Cuida el parabrisas y las escobillas: Asegúrate de que las escobillas estén en buen estado para mantener una buena visibilidad durante la lluvia.

Seguir estos consejos y cumplir con las normativas de tráfico no solo protege a los conductores, sino también a los demás usuarios de la vía, reduciendo considerablemente los riesgos asociados a las inclemencias del tiempo.