¿Alguna vez has visto una película de catástrofes y te has preguntado: “¿Quién pagaría por todo esto?” Como corredores de seguros, no podemos evitar analizar estas historias desde una perspectiva muy particular. Así que hoy nos ponemos el casco de ajustadores de siniestros y nos adentramos en tres películas icónicas para imaginar qué tipo de seguros podrían (o no) haber salvado el día.

Titanic (1997)

Escenario: Un lujoso transatlántico se hunde tras chocar con un iceberg.

Coberturas que aplicarían:

Seguro marítimo: el Titanic probablemente tenía una póliza de casco y maquinaria que cubriría daños al barco.

Seguro de carga: los bienes transportados por pasajeros y empresas podrían estar cubiertos por seguros de mercancías.

Seguro de vida y accidentes personales: para los pasajeros, especialmente los de primera clase.

Responsabilidad civil del armador: crucial para cubrir indemnizaciones a víctimas y familiares.

¿Qué no cubriría?

La negligencia en la falta de botes salvavidas suficientes podría haber complicado el pago de algunas pólizas.

El día después de mañana (2004)

Escenario: un cambio climático extremo congela el hemisferio norte en cuestión de días.

Coberturas que aplicarían:

Seguro de hogar: daños por fenómenos naturales, aunque muchos contratos excluyen eventos catastróficos de gran escala.

Seguro de interrupción de negocio: para empresas paralizadas por el desastre.

Seguro de automóvil: si el coche quedó sepultado bajo hielo, podría entrar en juego.

¿Qué no cubriría?

Muchos seguros excluyen eventos climáticos extremos no previsibles. Además, la magnitud del desastre podría llevar a que las aseguradoras alegaran fuerza mayor.

Jurassic Park (1993)

Escenario: un parque temático con dinosaurios clonados se convierte en una pesadilla cuando los animales escapan.

Coberturas que aplicarían:

Seguro de responsabilidad civil empresarial: para cubrir daños a visitantes y empleados.

Seguro de instalaciones: para los daños estructurales causados por los dinosaurios.

Seguro de interrupción de negocio: Por el cierre del parque.

¿Qué no cubriría?

¿Clonar dinosaurios? Probablemente no hay póliza que contemple eso. Las aseguradoras podrían argumentar que se trata de una actividad de alto riesgo no declarado.

Aunque estas películas son ficción (¡por suerte!), nos recuerdan la importancia de contar con seguros adecuados y bien diseñados. Porque si algo nos enseñan estas historias es que lo inesperado puede pasar… y cuando pasa, mejor estar cubiertos.