El mundo de los seguros es un universo complejo en el que a menudo nos encontramos con términos técnicos que pueden resultar desconcertantes para quienes no están familiarizados con ellos. Uno de esos términos es «extorno».
El extorno se refiere a un proceso mediante el cual una compañía de seguros devuelve una parte o la totalidad de la prima pagada por un asegurado después de la emisión de una póliza.
Veamos con más detalle en qué consiste este concepto y cómo funciona a través de algunos ejemplos.
El extorno, también conocido como cancelación o anulación de una póliza, ocurre cuando un asegurado decide interrumpir su cobertura antes de que expire el período de esta. En general, existen diversas razones por las que alguien puede optar por cancelar su seguro, como la compra de una cobertura diferente, la venta de un vehículo o propiedad asegurada, o simplemente porque ya no necesita la cobertura. Cuando se produce un extorno, la compañía de seguros calcula la cantidad de prima no devengada y la devuelve al asegurado.
Ejemplo del extorno de un seguro de automóvil
Supongamos que Juan compró una póliza de seguro de automóvil por un año completo y pagó una prima de 1,200€ por adelantado. Sin embargo, después de seis meses, Juan decide vender su automóvil y ya no necesita la cobertura de seguro. Se comunica con su compañía de seguros y solicita un extorno. La compañía de seguros calcula que ha transcurrido la mitad del período de cobertura, por lo que le devolverá la mitad de la prima que pagó, es decir, 600€.
Es importante tener en cuenta que las compañías de seguros pueden aplicar tarifas o penalizaciones por extorno, por lo que la cantidad devuelta al asegurado puede ser menor que la prima no devengada calculada. Además, la política de extorno puede variar según la compañía y el tipo de seguro.
En resumen, el extorno en el contexto de los seguros es el proceso mediante el cual una compañía de seguros devuelve una parte de la prima pagada por un asegurado cuando este decide cancelar o anular su póliza antes de que expire el período de cobertura. Esto se hace calculando la prima no devengada, es decir, la parte de la prima correspondiente al tiempo no utilizado de la cobertura.
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