Hoy presentamos a Jordi Barberá, casado y con dos hijos, es socio y director general de la empresa CMP. Lleva 34 años dedicado al mundo asegurador y forma un tándem con su hermano, Javier Barberá en la empresa que fundaron y que dirigen. Según sus propias palabras, su dedicación al mundo de los seguros se puede definir de la siguiente manera: «Todo lo que soy y todo lo que sé, se lo debo a los seguros».

¿Qué es lo que más te motiva de tu trabajo?

El sector de seguros, especialmente el de las corredurías de seguros, destaca por su estabilidad a lo largo del tiempo. Las crisis económicas suelen ser menos severas y más retardadas en este sector, lo que permite una mayor tranquilidad y una visión de futuro más clara en comparación con otros sectores más volátiles. De hecho, el número de empleados en la intermediación de seguros se mantiene muy estable e incluso crece año tras año. Además, ofrece buenos convenios y la oportunidad de tratar con personas, lo cual es un aspecto valioso y gratificante en la era digital actual.

Dirigido a las personas que quieren iniciarse en este sector, ¿qué cualidades o habilidades crees que son imprescindibles tener?

Yo diría que debemos distinguir dos ámbitos:  si deseas ser un profesional del mundo del seguro o un empresario en este sector. Ambas funciones, aunque igualmente importantes, requieren cualidades específicas. Un profesional del seguro, en mi opinión, necesita la capacidad de relacionarse con las personas y tener una gran empatía para poder asesorarlas y acompañarlas en momentos de siniestro. Por otro lado, un empresario de seguros, además de poseer estas cualidades, debe tener habilidades de transmisión a su equipo y de organización empresarial. Puedes ser muy competente en el trato con las personas y en hacer crecer tu cartera, pero también necesitas coordinar otros aspectos de la empresa, como el financiero, las relaciones laborales, la famosa digitalización, …, entre otros.

¿Cuáles crees que son las mayores oportunidades y desafíos que enfrentamos en los próximos años?

Empezaré por los desafíos, que quizás es la parte más llamativa. La consolidación de irrupción de las compañías en cuanto a la venta directa a través de medios digitales, es decir, en todos aquellos ramos, como el de automóviles, donde el valor añadido de un mediador es cada vez menor, representa un gran reto. Seguramente, el mayor desafío es que muchas ventas se realizarán por internet, donde las compañías, en términos de inversión y recursos, siempre superarán a los mediadores. En resumen, uno de los grandes desafíos sería la pérdida de ventas en ciertos ramos.

Por otro lado, la digitalización en la venta por parte de los mediadores también presenta una oportunidad. Podemos aprovecharla para llegar a nichos de mercado a los que no hubiéramos alcanzado con nuestros propios medios. La preparación en ventas y marketing digital es crucial para esto.

Uno de los retos y oportunidades al mismo tiempo es la formación personal en el sector. Tenemos instituciones como la escuela de seguros Cecas del Consejo General de Colegios de Mediadores de Seguros y el apoyo de los colegios que realmente hacen un esfuerzo importante en la formación. Es cierto que deberíamos “academizar” el acceso a la profesión. Llevamos mucho tiempo intentando que se establezca una carrera universitaria formal. Los programas de formación dual es un gran paso, pero necesitamos que la profesión tenga un rango de formación adecuado para que el acceso no resulte caótico y muchas veces por prueba y error. Debemos aprovechar todos los recursos de formación que ofrecen los colegios y asociaciones, pero demandar a la administración esa formación reglada, y poder cumplir con este requisito, primero legal y luego necesario, para desarrollar nuestra profesión.

¿Cómo manejas el equilibrio entre el trabajo y la vida personal? ¿Cómo desconectas? ¿Qué aficiones tienes?

Intento aprovechar el tiempo libre cuando no estoy trabajando, porque realmente es la única manera de estar con la familia, hacer proyectos conjuntos y compartir la vida en común. Aunque es difícil cuando eres empresario, en este momento y gracias a tener un gran equipo a mi alrededor, “casi” he aprendido a olvidar el trabajo cuando no estoy en él…

En cuanto a las aficiones, además de la música, que es una de mis grandes pasiones, trato de hacer algo de deporte, como pádel, esquí y caminar.